La indiferencia

Ayer, cuando temprano al despertar
Me apresuré a comenzar el día,
teniendo tantas metas que alcanzar
pensé: "para orar tiempo no había"

Problemas tras problemas se agrupaban
y el día se me hacía más pesado;
pregunté a Dios porqué no me ayudaba
y me dijo: "No lo has solicitado"

Traté de hallar alegría y belleza
en un día tan gris, feo y pesado;
entonces miré a Dios con gran tristeza,
mas El me reprochó: "No me has buscado"

Quise encontrar la llave de la puerta
y así poder estar de Dios al lado:
"La puerta siempre estuvo bien abierta
debiste, "dijo Dios, "haber llamado".

Hoy desperté a la luz de un claro día,
con ansias de la tarea comenzar,
mas para empezar con armonía,
recordé, que debía antes orar.

Anónimo

“Un alma que gime”

Oscura oscuridad,
Proliferas insoluble,
Beneplácito tú esperas, en mi alma...
Ya sin lumbre...

Siempre constituyes
Un espacio inoportuno
Esa brisa espesa y turbia,
Que aperfilas en mi rumbo.

Ocultas las colinas,
Medianamente enternecidas,
Escalas la vereda del abismo pasajero.

OH regulador cruel!!!...
¡¡Impacientas mis defectos y mi juicio!!
En tus brazos hay quien dice:
“¡DIOS mío, que solos quedas los muertos!”
y como quien despliega el ánima del cuerpo...
llegan recuerdos de una palabra y un presagio,
en algún velero, entre la bruma fría de soledad y olvido.

Entonces mi alma gime,
Con un gemido que solo elevan las almas tristes
Y es porque me haces falta!

Y ese absoluto silencio de vida resplandece entre los pliegues del misterio,
Son tus caricias...
Ya no quiero regresar!
Y persiste esta sed espiritual...
Irrumpe de pronto un sonido de trompeta
Y un grito de victoria:
¡Ya viene el cordero!
¡Ya viene el cordero!
Arcos ornados de minervas y martes
Se forman imponentes en el Universo.

Su gloria solemne con robustos estándares
Forman el cortejo por donde fieros
Guerreros marchan triunfantes.

Pedro, Pablo, Esteban, quienes levantan
Sus espadas promulgando eternamente
La gloria del que vino,
JESÚS, el Nazareno!!
Jarbe 19-10-89